Carta a mi gran maestra
- Irina Rodriguez Calderón
- 19 may 2020
- 4 Min. de lectura
La que más me ha enseñado a crecer como ser humano.

Antes que nada quiero hablar de la admiración que siento por esta gran maestra que tan chiquita y a su corta edad me ha enseñado a fluir, a ser yo misma, incluso hasta a luchar por mis objetivos viéndola como lucha cada día, sé que se ha adaptado perfectamente a este nuevo mundo y que lo ha hecho de la mejor manera, siempre con una sonrisa que ilumina su cara. Aunque me levante todas las noches siento que vale la pena, me ha enseñado que en la maternidad hay ciertos sacrificios pero hay muchas más bendiciones, muchas más gratitudes, mucha más felicidad de la que uno se puede esperar y se puede tener en cualquier proyecto de vida.

He dejado de tener expectativas sobre ella y sobre mí, para dejar fluir todo y darme cuenta que tengo que soltarla, dejarla ser, dejarla crecer, darle su tiempo, darle su ritmo, darle su propio espacio. Que un ser tan chiquito que pareciera mío solamente, es prestado y que agradezco a la vida que me lo haya prestado y que espero que lo siga haciendo durante muchos, muchos años para crecer juntas. Estoy consciente que es prestada que no es mía y que la voy a acompañar de la mano todo el tiempo que ella quiera, y siempre voy a estar junto a ella cuando me necesite, la voy a enseñar a levantarse y voy a estar ahí. No voy a vivir su vida voy a dejarle vivir.
Chiquita chula, ten la seguridad y confianza que en cualquier decisión que tomes vas a tener a tu mamá para apoyarte viéndote crecer, intentando guiarte por el mejor camino; eres lo más mágico que tengo, contigo he vivido el reto más grande que se me ha presentado en toda mi vida, el reto de ser mamá, por el privilegio y la responsabilidad que implica ser tu mamá; tener que ser yo misma y verte crecer poco a poco, donde en un principio todo dependía de ese amor, y hoy te veo más independiente pero sin dejar de necesitarme.
Saber que hay otra persona que depende de ti es increíble, implica darte lo mejor que puedo ser, gracias porque me has enseñado a fluir, a soltar, a vivir, a disfrutar cada paso a tu lado pero sobre todo me has enseñado a amar incondicionalmente.
Nunca había vivido de esta manera, tan plena, tan orgullosa y feliz.

Me has hecho valorar lo que es más importante en mi vida, y ver que no todo lo que soñaba era lo que me hacía tan feliz, porque aunque sigo viviendo y trabajando por ello, no cambiaría absolutamente nada, ya que hoy te tengo de mi mano siendo tan tú, con tu carácter tan diferente al mío, tan maravillosa en todos los sentidos día a día.
Nuevamente chiquita chula gracias por todo, te veo y aprendo, veo cómo has luchado por mantener tu cabecita derecha, cómo has luchado por coordinar tus manitas cuando intentabas coger un objeto porque eres una guerrera, una luchona, una niña muy valiente, sé que conseguirás cualquier objetivo que te propongas siempre, porque a tu corta edad puedo ver esa tenacidad que tienes, veo ese desarrollo natural en ti, lo has hecho muy bien lo has hecho a temprana edad, puedes comunicarme lo que sea sin palabras y yo sé que tenemos una manera muy especial de hacerlo y también creo que con tus abuelitos te das a entender perfectamente.
Poder verte y escuchar lo que tú necesitas y no lo que yo quiero es increíble, porque es aprender a escuchar con el corazón para poder darte lo que necesitas aunque no sea lo que yo siempre quiero, siento una admiración increíble por todo lo que has logrado, por lo tenaz que eres a tu cortita edad, si quiere algo vas y lo buscas pero también sabes cuando algo no está bien, incluso me lo dices con tu manita.
Para mí se ha vuelto impresionante como un ser tan chiquito puede distinguir entre lo que está bien o está mal y me refiero a que todavía son cosas materiales, como no coger ciertas cosas cuando le dices ¡No hija esto no! etc., qué puedo decir, incluso a veces lucha por hacerlo, porque no sabe, porque no debe de hacerlo, está investigando, todo le sorprende, ver esos ojitos transparentes, brillosos, la sonrisa incondicional, darte cuenta que a veces te ríes y ella se ríe junto contigo no puedo más que estar agradecida, me siento bendecida tengo mucha admiración por mi hija, por lo que me ha hecho crecer, por lo que me ha hecho cambiar, por lo que es ella, por lo que ha logrado en su cortita edad, por ser una niña luchona porque a pesar de que por mil circunstancias se supone que no hubiera podido nacer, siempre ha estado fuerte. Aunque nos ha tocado un año complicado ella nos ha dado la fuerza, ella nos ha dado la sonrisa, ella nos ha dado siempre todo para salir adelante de la mejor manera, es por eso que hoy quiero felicitar a mi motorcito de vida que cumple un añito, pero que fue un motorcito que llegó con toda la potencia que nunca jamás había sentido en mi vida a pesar de que no me deja dormir todas las noches, a pesar de que todavía se sigue levantando toda la noche, a pesar de que estoy cansada, es un motorcito que te levanta que te da fuerza la veo conmigo lo veo con sus abuelitos tengo que agradecer a la vida por estar junto con ella en todo momento no sé cómo expresar este gran amor y admiración que siento por ella.
Espero que me pueda dar a entender en esta carta todo lo que siento por ti chiquita y que haya expresado todo mi sentir y todo el amor que representas en mi vida.
Te amo hija.
Comments