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- Irina Rodríguez Calderón
- 14 jul 2020
- 2 Min. de lectura
No entendía lo que podía vivir una madre soltera porque siempre viví con ambos padres, hasta que me convertí en una y entendí lo grandioso de la vida, entendí que no tengo prioridad más grande que mi hija, que es el amor más grande y también lo más retador de la vida, salir adelante así como estar bien integralmente con ella y para ella se volvió mi proyecto de vida, el mejor que jamás pude imaginar.
Entendí lo que era dejar de salir a distraerme, de dejar mis hobbies y algunos sueños para después, para cuando ella no me necesite o cuando ella pueda acompañarme a realizarlos, porque nada me haría más feliz que compartir esos momentos con el gran amor de mi vida, mi hija.
Deje de tener privacidad para absolutamente todo, para todo tengo que estar acompañada y aprendí a disfrutar cada cosa de esta manera.
No solo gané una hija sino que también me abrió los ojos y encontré un montón de amigos que se convirtieron en tíos, pude realmente entender y sentir el amor incondicional de muchas personas incluyendo especialmente de sus abuelos, aprendí a pedir ayuda así encontré amigas que me ayudaron alguna noche cuando sentía que no podía más, ellas me ayudaron a darle un biberón, arrullarla porque la situación que vivía en ese momento estaba fuera de mí.

Encontré amigos y familia que me hicieron de cenar mientras yo tenía que bañarla, personas que me apoyaron y sobre todo me ayudaron a adaptarme a una situación nueva, sin duda mis papás los seres más increíbles que me pudieron tocar, han estado en cada momento hermoso donde les puedo compartir la emoción de cada carita, cada gesto, cada nueva conquista de independencia, cada sonrisa, cada abrazo que a todos nos llenan tanto.
También agradecerles a mis papás por que han estado en los momentos difíciles donde tomar una decisión ya nos implica a dos, me han ayudado y acompañado a literalmente todo, siendo prudentes y dejándome ser la mamá, apoyando cada paso porque saben que cada paso es más pensado, más firme, más fuerte y con más amor que nunca.
Si eres mamá soltera, aprende a abrir los ojos y el corazón, estoy segura que si tenías miedo de algo a sentirte juzgada, a que te pregunten mil cosas, a recibir comentarios, Si te enfrentarás a eso, no puedo decirte que no; sin embargo puedo asegúrate que si abres los ojos y el corazón podrás ver toda la gente que tenías a tu alrededor que valen la pena que tal vez no les diste el tiempo que decías y era necesario.
Date la oportunidad de amar la vida, de disfrutarla con tu hijo, de pedir ayuda y contar con personas que se vuelven familia, pero sobre todo date la oportunidad de disfrutar el proceso de crecimiento que estás teniendo porque estoy segura que serás capaz de sacar la mejor parte de ti.
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